Todavía amo competir: Zvonareva
Se podría decir que Vera Zvonareva es de una especie casi en extinción. Una jugadora que, a sus 39 años de edad, sigue entre las mejores del mundo, al menos en la modalidad de dobles.
La rusa está en las GNP Seguros WTA Finals Cancún por séptima ocasión en su carrera, segunda como doblista. Participa al lado de Laura Siegemund, y también sabe lo que es cerrar el año entre las ocho mejores como singlista.
Desde 2004, cuando consiguió su primera clasificación en singles, Vera ha sido constante en el torneo que reúne a las mejores ocho singlistas y doblistas de la temporada. En singles también participó en las ediciones de 2008, 2009, 2010 y 2011.
En 2005 vivió su primera clasificación como doblista. En entrevista, Zvonareva comenta que para ella es grandioso poder seguir jugando a este nivel, “estoy emocionada de estar aquí, después de muchos años. En dobles había estado en las Finals una vez, pero es bueno ver que soy capaz de mantenerme entre las mejores parejas”.
Para la rusa no hay secreto: se trata de amar lo que hace. “He jugado tenis desde niña y amo lo que hago. No siempre es fácil y hay malos momentos, especialmente las lesiones, no tener tiempo para la familia es difícil, pero amo esto”, dice para explicar el motivo que la mantiene activa en el tour.
Después de más de 20 años de carrera, la rusa dice que aún disfruta de la competencia, los entrenamientos, la preparación y los partidos en sí.
“Finalmente esto es algo diferente, no es un trabajo regular, pero sigue siendo un trabajo, es lo que disfruto, que te preparas y sales a dar lo mejor. Esto es un juego, para mí es algo que no es aburrido… siempre estás compitiendo”.
Es innegable que a través de los años el tenis ha tenido una evolución, y Vera considera que el aspecto físico es uno de los principales cambios, a diferencia de antes.
“Hoy en día todo mundo está muy bien físicamente, todas saben cómo golpear la bola, todas pueden servir, devolver, volear… técnicamente todas están preparadas muy bien, es una gran diferencia en comparación con hace 30 años, cuando podías notar el nivel de las jugadoras sólo viéndolas técnica o físicamente. Pero ahora cuando ves a las jugadoras no puedes decir quién es uno o 100, todas están bien preparadas, por eso tienes que ser capaz de salir y competir. Si no juegas a tu nivel puedes perder en primer set, tienes que hacerlo lo mejor siempre”.
Zvonareva acumula 12 títulos como singlista y 13 como doblista. Pero uno de los títulos que más valora es la medalla de bronce que ganó en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
“Fue genial hacer final de Grand Slam [Wimbledon y el US Open en 2010] y ganar bronce en los Olímpicos fue muy importante, porque generalmente cuando pierdes un partido no tienes oportunidad de volver a la cancha, pero en ese torneo fue perder e ir por la medalla. Mentalmente fue difícil pensar, si pierdes no hay nada, pero si ganas eres medallista”.
Vera se convirtió en mamá en 2016, y lo que le gustaría transmitirle a su hija Evelina es “que su mamá es una peleadora en la cancha, que debe dar lo mejor siempre, sin importar lo que haga, ya sea en la escuela o en el deporte, que no debe dar nada por sentado. Espero que cuando me vea jugar, que la verdad no le gusta tanto, se dé cuenta de que doy lo mejor”.
Aunque no ha pensado en el retiro, una vez que llegue el momento de colgar la raqueta espera mantenerse en el tenis, ya desde otra trinchera… y tomar unas vacaciones en familia.
“Tal vez sga como coach o compartiendo mi experiencia con las nuevas generaciones. Amo este deporte, del cual aprendí mucho y creo que puedo compartir mucho”.
La mejor posición de Vera en el ranking fue el número dos, que alcanzó en octubre de 2010. Hoy en día, 23 años después de jugar su primer torneo de la WTA, la rusa reconoce que es difícil decir cómo quiere ser recordada, “creo que sería como una buena jugadora en singles y dobles, que siempre dio lo mejor”.